Mi viaje a la colonia Menonita
Mi marido, hijo de nueve meses de edad y yo somos una familia de viajeros, nos encanta salir y experimentar la vida fuera de la jungla de asfalto que es la Cuidad de Nueva York
Después de nuestro viaje a Carolina del Norte hace unos meses atrás decidimos mantener las cosas un poco más cerca de casa y visitar la colonia de Menonita o Amish en Lancaster, PA. Donde tendríamos la oportunidad de visitar un grupo de personas con diferentes hábitos, costumbres y con estrictas creencias religiosas.
Comenzamos nuestro viaje en Nueva York y después de conducir durante dos horas, sabíamos que llegamos a Lancaster, PA cuando solamente veíamos ganado y campos de maíz. Nosotros no estamos acostumbrados a este tipo de ambiente. Inmediatamente sentimos una tranquilidad y la vista paronímica era increíble. En lo que llegábamos al centro de la ciudad donde estaba ubicado nuestro hotel, el ambiente era completamente diferente. Había centros comerciales y gente común y corrientes por todos lados, algo que hace 20 millas no podíamos ver.
Al día siguiente regresamos a la colonia de los Amish/Menonita en busca de comida típica del área. Nos dirigimos hacia el Plain & Simple para por lo que pensamos que sería un desayuno tarde. Entramos al restaurante para encontrar que teníamos dos opciones de cual elegir. La primera opción era una mezcla de los alimentos que incluía aperitivo, plato principal y postre, o el segundo, que era simplemente fuera del menú. Optamos por la segunda opción porque veíamos gente en las otras mesas que no podían terminar sus platos. En fin decidimos por el pollo frito, puré de papa, maíz dulce, y ensalada de col. Nos parecía que la cena había sido servida y sólo eran las 11:30 de la mañana, después de la comida tomamos giras por la región Amish/Menonita.
Al tomar estas giras aprendimos sobra la historia de esta comunidad. Conocimos de la persecución religiosa del decimosexto siglo en Europa al igual al su decisión de crear una nueva vida aquí mismo en los estado unidos. Lo fascinante de este grupo de personas es que muy poca gente conoce mucho acerca de los Amish/Menonita, sus tradiciones, valores y estilo de vida.
Luego nos toco hablar con un joven de solo dieciocho años de edad no vestido en la ropa típica de los Amish/Menonita y compartió con nosotros un poco de su vida. Nos informó de su tensa relación con su familia debido a su decisión de ya no ser parte de la comunidad Amish/Menonita. El tomo esta decisión por el gran deseo de continuar su educación y tener una carrera, algo que no está permitido entre los Amish/Menonita. Los niños de esta communidad sólo asisten a la escuela hasta el octavo grado, ellos creen firmemente que los niños no necesitan continuar con su educación después de ese punto.
Tengo que decir que me he quedado intrigada sobre como esta comunidad vive. Viendo a las personas que mantienen su distancia al resto del mundo es lo que ha despertado la curiosidad de aprender más sobre ellos. Como muchos, sólo he oído hablar de su estilo de vida, pero nunca podía imaginar ver a gente en este país elegir vivir sin electricidad, mientras que el resto de nosotros parecemos no puede vivir sin ella.
Después de visitar la colonia Amish/Menonita y ver por mi misma la devoción a la familia y la comunidad, estilo de vida bien simple que mantienen, y una ética de trabajo bien fuerte, me puse a pensar.
Con el interes que tiene nuestra sociedad en la restauración de los valores familiares, ¿sería tan loca la idea de aprender algunas cosas de la forma de vida Amish/Menonita?