Cuando ocurren desastres como el terremoto de Japón y el tsunami, es probable que nuestros hijos le echen un vistazo a las imágenes alarmantes de la devastación y tendrán preguntas acerca de lo que está pasando.
A continuación, algunos consejos gracias a la organización humanitaria World Vision sobre cómo hablar con los niños sobre este desastre y sus efectos.
World Vision ha trabajado en Japón durante más de dos décadas y ha respondido al gran terremoto de Kobe en 1995, y ahora cuenta con personal que preste asistencia en los esfuerzos de socorro en Sendai.
1. Empieza por escuchar.
Averigüe lo que su hijo ya sabe. Después puede responder de manera apropiada para su edad. El objetivo es no preocuparse con los detalles devastadores, pero para protegerlos de la desinformación que puede haber oído de sus amigos o imágenes inquietantes que han visto en la televisión.
2. Darles respuestas claras y sencillas.
Limite su respuesta a la pregunta y utilicé un lenguaje sencillo.
3. Si usted no sabe la respuesta, admítalo.
Si sus hijos hacen preguntas que no puede contestar, díganle y, después, haga una investigación para tratar de ayudarlos a resolver. Si le preguntan "¿Por qué esto tiene que suceder?" No tenga miedo de decir "no sé". La tranquilidad que se ofrece puede ser muy valiosa para ayudar a su niño a clasificar a través de la verdad que las cosas terribles suceden.
4. Siga los informes de los medios de comunicación o actualizaciones en la red.
Los niños pequeños, en particular, son fácilmente traumatizados y ver o escuchar acerca de los detalles espeluznantes del terremoto puede ser más de lo que puede hacer frente. Los adultos también deben asegurarse de que se trata de sus propias emociones al hablar a los demás, para que puedan seguir respondiendo así a las necesidades de sus hijos.
5. Concentrarse en hacer que se sientan seguros.
Cuando las tragedias ocurren, los niños se preguntan si el caso lo mismo podría suceder en su ciudad natal. Si se trataba de un acto de la naturaleza que no se podía repetir en su área, dígaselo. Poniéndose en la situación de las víctimas no es del todo malo-es un signo de empatía, una habilidad esencial en la vida, pero atento a los síntomas de preocupación excesiva.
6. Darle a los niños salidas creativas.
Algunos niños pueden no estan dispuestos a hablar de lo que han oído, pero pueden encontrar dibujos u otras actividades creativas útiles para lidiar con sus emociones y el estrés. Sus dibujos pueden ser útiles puntos de partida para la conversación.
7. Modele participación y compasión.
Dígale a su hijo que, como familia, usted estará ayudando a la gente en Japón por una donación a una caridad como World Vision.
8. Dele a su hijo la oportunidad de participar.
Estar involucrado en la solución ayudará a aliviar parte de su ansiedad. Invítalos a contribuir a la donación de la familia aportando algo de su alcancía.
Para obtener más información sobre las actividades de World Vision, por favor visite www.worldvision.org.